lunes, 29 de diciembre de 2008

one night...

-Tu roncas?- pregunto la primera ves que usaríamos una cama para dormir

-ronco, me pedorreo y hablo dormido...

-oye!

- que? tu preguntaste... algunas veces también grito, brinco, o me estiro en la cama como gato parado -dije mientras se iba dibujando una mueca en su cara- ...

-creo que te iras a dormir al sofá, no quiero que me tumbes de la cama...

-no, si quieres me voy a mi casa, pero no al sofá

Su cara era de duda, pero se me acurruco al ver que yo sonreía

-no te preocupes -agregue- no haré nada de eso hoy, solo que tengo que dormir abrazadito.

Yo no le regrese la pregunta, a mi no me importa, además ya se la respuesta, todas las mujeres creen que no roncan. Y yo nunca les diría lo contrario. A mi me hizo sentir bien abrazarla y aspirar el olor que desprendía su cuerpo. Yo le daba besitos pausados en su cuello calientito mientras se iba quedando dormida. Un ratito después ella roncaba tranquilamente, pero ya el señor de la arena hacia que mis ojos se cerraran y me impulsaba a sumergirme en el lado de los sueños...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Piedra de sol (teatro)


(o como fui no-alteatro a no-ver una no-obradeteatro)

Iría a ver una obra de teatro, pero al llegar, me di cuenta que no había ido al teatro sino al bosque, y que no vería la obra porque me pidieron cubrir mis ojos, y que no era una obra de teatro, sino un poema. Así que lo que puedo decir es: fui a un bosque mágico a experimentar mas allá de los sentidos un poema, a compartir con personas desconocidas pero no extrañas, el olvidado asombro de estar vivos.


Chapultepec es un bosque sagrado. Para nosotros es un privilegio tomar contacto con nuestras raíces a través del poema de Octavio Paz que recoge y hace cantar la sabiduría del México antiguo de una manera magistral y contemporánea.

Con este experimento buscamos indagar las posibilidades de un modelo dramático abierto al principio de incertidumbre y a la interacción del observador-observado. Observo el bosque y me convierto en un árbol bien plantado, más danzante ¿Que importancia tiene para mi la otredad?¿hay algo para la teatralidad contemporánea en un modelo cuántico?

Pedimos la compresión y la complicidad de los asistentes para avanzar en esta indagación, un riesgo necesario creemos, para mantener vigente el olvidado asombro de estar vivos.

Es importante advertir que este trabajo no es un evento escénico convencional, pues requiere de un esfuerzo que rebasa el del espectador tradicional

Gracias, Nicolás Núñez


La recomendación para que asistan es ABSOLUTA, y corranle, porque quedan poquisimas "presentaciones". Hay que llevar un paliacate y llegar puntuales, ponerse flojitos y cooperar :) . Cuando ya no la puedan experimentar, se las cuento, con piedra de sol en mano.

Aqui la info.

martes, 25 de noviembre de 2008

Recorriendo la extraña entraña...

...
Acércate más, más cerca.
Dame tu mano.
En mis historias encontrarás
lo que es limpio, lo que es bello,
lo que transparente brota de mí
como una flor...


Andrés Henestrosa.


Salí a caminar un rato, a mirar rostros por la calle, rostros inexpresivos que rehuyen las miradas, rostros de ciudad, es todo lo que hay a veces, no hay sonrisas ni buenos deseos, solo la indiferencia que se acopla con la lluvia y te moja los zapatos, y no queda mas que el murmullo de las gotas que se rompen sobre las hojas de los arboles y las luces nocturnas reflejadas sobre el pavimento mojado.

Extrañaba uno de esos bares donde entras y la gente sabe tu nombre y te tienden la mano con agrado, cuando no con una cerveza. En su lugar, encontré un café de esos donde las chicas tienen como una mas de sus tareas el sonreír cuando te ven llegar, te sirven con agrado lo que pidas y después si te sientas un rato en algún rincón y observas, encontraras toda clase de rostros humanos que afloran hermosos cuando la sonrisa abandona su obligación y descansa sobre la cotidianidad a veces lacerante. Encuentras tambien toda clase de vivencias inocuas esparcidas al aire por voces impunes, interpretaciones, cuentos, imaginación, dramas, comedias, horripilantes comedias de la vida, gente que duerme de noche interpretando actos necesariamente para los que suelen escuchar con desesperación palpitante el canto de la luz del alba. Yo le regrese la sonrisa -no hay porque restregarle a las personas nuestra iluminación de que todo es una mierda-. Sin embargo, salio de mi rostro una sonrisa no fingida, real, fue una sonrisa que me sorprendió a mi mismo, fue como si a una pequeña parte de mi no se la estuviese llevando la chingada. Me olvide de ello, un lapsus, fue una fluctuación, di un hasta luego y salí a seguir mojando sentimientos.

Esta ciudad esta llena de rincones inesperados, de oasis que solo se presentan a los ojos de las almas que navegan en desiertos de sentimientos calcinantes. Puede ser una calle, un parque, una banca, un kiosco, un sendero apartado, hasta una mesa de café o cantina, o una pared donde perduran las huellas de la gente. Pasaba por uno de esos rincones, el jardín de Juan Rulfo, apenas se puede creer que un lugar tan tranquilo se encuentre en medio de esta ciudad. De pronto vi ahí en el suelo un billete de 100, los tome, torpemente me sentí contento de haber salido a caminar y casi olvide que habían sido esas cuatro paredes las que me habían echado a la calle con su silencio. Otro lapsus. Cuanto dinero se encuentra uno por las calles de esta ciudad, empecé a recordar. Debo encontrarme varios billetes y monedas en el año, pero solo recuerdo los mas grandes. Recuerdo las calles, los lugares. Lo que no recuerdo nunca, es el dinero que he perdido, ese no tiene importancia para la memoria. En cambio quise recordar, en esas caminatas por los parques, por las calles mojadas, por lugares de conocer gente, cuantas veces he encontrado tirado algún sentimiento de que adueñarme, una sonrisa, un abrazo, alguien con quien charlar y compartir un trago. Y cuando -a lo Sabina- salgo buscando un encuentro que me ilumine el día, encuentro un jodido billete. Que clase de broma es esta! No he encontrado muchos amigos deambulando por las calles de esta ciudad, como si me ha pasado en otros lugares. Que incapacidad la mía! En cambio, a diferencia de los billetes, los afectos perdidos los recuerdo a cada paso. Todas mis ausencias viajan a mi lado y dan conmigo los pasos que no dimos juntos.

Quizá mi suerte cambie si abandono el billete, si lo dejo ahí a la intemperie quizá a la próxima encuentre algún afecto desconocido, alguien con un corazón que sepa latir. Abandonar la moneda para que mas tarde otra persona lo encuentre y crea que es afortunada... No esta vez. Me lo pensaré bien. Por lo pronto, entraré al próximo bar que encuentre, me sentare y pediré dos cervezas, serán buena compañía en este pinchi desierto mojado. Después de unos tragos miraré las sombras acariciando la atmósfera al compás de la música, quizá mas tarde las telarañas empiecen a embellecer nuestra mesa. Tal ves después -entre las luces violáceas de la noche multiplicadas en cristales reflejantes, o en el humo de inciensos mágicos elevándose con su danza de caderas, entre las sombras, en el murmullo de voces alegres acopladas al alcohol de mis venas-
encuentre una alucinación
                                          en donde
                                                          mirar
                                                                        su rostro.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

cachoreadita...


No es casi nada, me da la mano, le rozo la mejilla al darle un beso, un abrazo ligero que dura justo lo necesario, hola, me da gusto verte, a ver si un día tomamos un café, y ya se ha ido. Así saludo a cualquier amiga. A ella la encuentro una o dos veces por semana o pueden pasar semanas sin vernos, a veces el saludo se prolonga unos minutos en que compartimos alguna anécdota.

No es nada, unas manos que se tocan y detonan el deseo sin tiempo para darnos cuenta, el reloj se detiene y sin darnos cuenta nuestras almas se abalanzan en embestidas animales, se muerden el cuello, se penetran, se funden en un instante, mientras nosotros continuamos con el beso en la mejilla, un abrazo cálido y un hasta luego. Casi imperceptiblemente ella sonríe, casi imperceptiblemente nuestros rostros enrojecen y un calor imperceptible recorre nuestros cuerpos, un brillo que me delata sale de mis ojos al despedirla. Casi nada, solo un instante y así nos sabemos complices de algo insospechado y sonríe y adiós, un saludo casi como todos y cuando nos volvemos a mirar nuestros rostros expresan encanto y deseamos saludarnos y avanzamos mirándonos a cada paso y disfrutamos ese saludo que cada vez que ocurre es casi un faje, un cachondeo súbito, una cachoreadita, imperceptible.

Un simple saludo que disfrutamos cuando la casualidad nos lo permite. Quizá un día demos el siguiente paso, quizá un día sigamos el juego que en nuestro subconciente quiza ya disfrutamos impunes y terminemos revolcandonos siguiendo el camino al que el instinto nos empuje. Después, me dará la mano, le rozare la mejilla al darle un beso, un abrazo ligero que dure justo lo necesario, hola, me da gusto verte, a ver si un día tomamos un café, nada sera igual. Tendremos que hacerlo, no ahora, ni pronto, pero un dia haremos_el_amor intenso y fugaz (y entre más intenso, más fugaz), antes de que el tiempo cubra esta sensacion con olvido o la casualidad decida mandarnos al carajo.

alebrije: toroloco maclovio

martes, 28 de octubre de 2008

Ofrenda en la UNAM

Este año se han conmemorado en México dos eventos que atraen nuestra atención siempre que se mencionan: los primeros 10 años sin Octavio Paz y los 40 años de la matanza de estudiantes el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. Estos dos eventos son el abono que se esparce sobre la tierra fertil de la imaginación de los estudiantes que están a cargo de la mega ofrenda del día de muertos en la UNAM.

En realidad solo el tema de Paz es oficial en este festival, pero una vez mas, como hace 40 años, el poeta extiende su solidaridad con los mártires del 2 de octubre y los universitarios les abren las puertas a ambos en este festejo en que se mezcla la tradición, la cultura, el arte y todo el espíritu de la universidad.

Para Octavio Paz y para los mártires del 68, este 2 de noviembre la mesa esta puesta en las Islas de UNAM. El espectáculo promete ser una delicia, aquí el programa y aquí un adelanto de los preparativos...

 

 
 
 
 

 
 
 
 

viernes, 17 de octubre de 2008

Taquicardias (fragmento)

Cogimos por primera vez en la sala de mi casa mientras mi novia dormía en la recámara. Salí a despedir a unos amigos, pensé que ella pediría un taxi para irse pero al entrar a la casa me recibió con un beso cachondisimo, y me dijo -quiero coger!- Yo me puse muy nervioso -cálmate, mi novia esta en la recámara- la empuje un poco y me fui a ver si Elia estaba despierta, ella tan linda dormía profundamente. Carla se dio cuenta que con todo y mis nervios me había excitado y cuando regrese a la sala estaba terminando de quitarse la tanga, toda la noche me estuvo sacando de onda mientras se le transparentaba bajo su pantalón ligero. Mierda! Yo no sabia que hacer cuando se me pego al cuerpo desnuda y me susurro -no pasa nada, anda, cógeme- mientras me metía la lengua en la boca y me desabotonaba a jalones la camisa -no me vayas a romper la camisa- le dije, mientras nerviosísimo y tímidamente le tocaba por primera ves sus nalgas que se veían deliciosas iluminadas por una luz amarilla que se colaba por la ventana de una lampara de la calle y la recorría desde la espalda como acariciándola -no quiero hacer esto- dije con voz temblorosa y como respuesta se metió mi pene en la boca. Mierda! Elia podía despertar en cualquier momento, yo no podía dejar de pensar en ello, me estaba volviendo loco cuando me di cuenta que el miedo me tenia excitado como nunca, levante a Carla del piso, la bese, la alcé tomándola de las nalgas y la penetre. Me lleva la chingada ya soy infiel! pensé y sentí como la sangre me empujaba las sienes. Esto no es un relato pornográfico, así que no les cuento mas, terminamos rápido, con mi mano metida en su boca para que no se escaparan sus gritos, ya no se si yo hice ruidos porque mis oídos solo registraban el flujo sanguíneo. Me vestí de inmediato y sintiendo la presencia de Elia en la sala pero todo eran producto de mi miedo, fui a la recámara y ella dormía como angelito lo cual me lleno de ternura y me tranquilizo, saque una cobija y se la di a Carla -si quieres duerme en el sofá- le dije y me fui a abrazar a mi novia. Intente dormir pero no podía dejar de pensar en lo ocurrido, estaba muy confundido tratando de apartar de mi mente el cuerpo desnudo que dormía en la sala, luego de dos horas de estar ahí con la mente revuelta sentí a Elia que empezaba a despertarse, sentí su aliento cálido cerquita del mio, la redondez de sus pechos pegados a mi cuerpo y el abrazo de sus piernas, lo disfrute, me hice el dormido, pero después de un ratito empezó a besarme y a acariciar mi rostro como cuando tiene ganas de hacer_el_amor al alba. 

No estaba listo para ser infiel, o quizá si, pero me sacaba ronchas, así que termine con Elia un mes después, de hecho, ella me termino - siento que ya no estas participando y eso me esta volviendo loca - me dijo, y me estampo dos años de amorosa relación a través de la bocina de un celular que se quedaba sin saldo. Yo estaba desecho, había tanto amor en esa relación que podría llenar páginas y páginas de anécdotas que siempre estarán en mi equipaje, pero se que no me creerían nada. Así que vamos al algo que si me creerán. Llame a Carla con el ultimo minuto de crédito y nos vimos una hora después en su casa. Cogimos durante toda la noche, con todo el tiempo del mundo, recorrer su cuerpo con calma fue delicioso, besarla con ternura fue lindo, pero al otro día por la mañana me levante temprano y sintiendo los bolsillos del alma vacíos y volteados hacia afuera sin sentimientos. Estaba podrido, soy un imbécil, todos los hombres de mi familia lo habían sido, mi abuelo lo fue, mi padre lo fue, mis hermanos y primos lo eran y yo los detestaba a todos por ello, así que mala semilla, que podía yo hacer con eso? Prepare café y me tome la primera taza de dos sorbos, sentí como el liquido caliente bajaba por mi garganta y me sentí mejor, llene de nuevo la taza y fui a la cama, el olor del café empezaba a llenar el departamento, deje la tasa donde Carla pudiera tomarla al despertar, y como soy un imbécil tierno le di un beso en la frente y me marche, no sin antes voltear desde la puerta y verle el culo redondo y suave como dos grandes dunas recién formadas después de una tormenta en el desierto. 

Salí a la calle tarareando mi fragmento favorito de Turandot e imaginando que mi voz era como la de el viejo Lucciano. Camine rumbo a la universidad, empecé a pensar en Elia y me deprimí un poco, hay que disfrutar un poco la tristeza, como diría el buen Charly, la vida no es solo ir por ahí metiendo y sacando aire de los pulmones. Hacia un día lindo, el sol estaba a media altura y había pocas nubes, casi no hay días así en esta ciudad, desde donde estaba caminaría una media hora antes de llegar al instituto, caminaba por una acera húmeda, había llovido un poco la noche anterior, a la orilla del camino mire un perro que se lamentaba, me acerque y vi su hocico un poco raspado y sus ojos tristes, lo acompañé un momento, al lado a punto de extinguirse había un charco cristalino, mire en el y encontré que mis ojos no eran muy diferentes a los del perro. Se lo achaque al movimiento del agua, me rasque las bolas y decidí no deprimirme mas por ese día. 

 En ese momento vi la sombra de alguien y al voltear me encontré con un colega -Pobre animal, caminas al instituto?- dijo, y no se porque me dio la sensación de que no se refería al perro, pero no encontré ningún pretexto para no caminar juntos, así que echamos a andar. El era una de esas personas que les gusta mucho oír su voz, menuda compañía! Todos mis colegas son una pinta de cretinos, hablando siempre de sus proyectos y sus investigaciones inútiles tratando siempre de justificarse como si estuviesen a punto de resolver la hambruna mundial, sumidos en su ensimismamiento no se dan cuenta de lo excluyentes que pueden llegara a ser para las personas que los quieren ni se dan cuenta de lo excluidos que están de la realidad, malditos idiotas egocéntricos, todo eso me había dicho Elia al teléfono. Al menos no se dio cuenta que no le puse atención durante todo el trayecto y decidí pensar en Carla. La conocía desde hacia mucho tiempo, habíamos sido amigos desde la secundaria, con separaciones prolongadas habíamos mantenido una amistad constante durante mas de 10 años, conocía a su familia y ella a la mía y mejor me dejo de peroratas, habíamos pasado un montón de cosas juntos. Menos la cama. Lo echo, echo esta, a esa mañana le faltaba algo importante, Elia, asumí mi imbecilidad, me sumergí en el trabajo por unos días (pero con humildad) e inútilmente trate de no darle demasiadas vueltas al asunto, yo me sentia muy jodido. 

No volví a ver a Carla ni a llamarle por varias semanas hasta que un día se apareció por sorpresa en mi oficina, me alegro verla, me levante para saludarla como siempre, pero al acercarme a darle un beso en la mejilla giro su rostro, me metió la lengua hasta las anginas y me empujo sobre el escritorio. Sus besos, me moría de ganas de sentir sus besos de esa manera, y mientras me besaba el cuello sentí que me quitaban un gran peso de encima, en un segundo mis manos estaban recorriendo su cuerpo suavecito y caliente, de repente sentí que se habría la puerta y saltamos. Falsa alarma, era la puerta de la oficina contigua, eran las 9 de la mañana algunas personas apenas llegaban. Asegure la puerta y corrí las persianas. Mi compañero de oficina llegaría dentro de un rato así que debíamos apresurarnos. En un instante sus pequeños y hermosísimos senos están al descubierto, al saborearlos ella emitió un leve gemido, se escuchaban las personan transitar por el pasillo y los ruidos de la oficina contigua, yo sentía las orejas calientes y el temor de estar en el lugar equivocado me hacia sentir los latidos del corazón en las pupilas. Descubrí que el escritorio era un lugar exquisito, la silla giratoria se movía demasiado y hacia ruido y la espalda de Carla marcada al recargarnos sobre el pizarrón era una imagen que me volvería loco por años. No se como volvería a trabajar tranquilo en ese lugar. 

No se cuanto tiempo paso, terminamos, nos vestimos y salimos de la oficina como huyendo, en ese momento no había nadie en el pasillo y un extraño silencio ocupaba todas las oficinas del piso. Una vez afuera encontré a mi compañero de oficina sentado en el jardín esperando no se que cosa, lo salude con la mirada y seguimos. Tomamos un café, platicamos cosas de amigos y quedamos de ir el fin de semana al teatro. Vimos una obra sobre un hombre loco, llegaba a un bar asustado después de haber presenciado un asesinato, se había convertido en testigo involuntario de un descuartizamiento feroz, conforme transcurría la obra compartía tragos con personajes inverosímiles y cada uno le entregaba una pista, y cada pista era una miembro de un cuerpo, al terminar de armar el rompecabezas solo faltaba una pieza, empezaba a delirar. De repente se encontró rodeado de demonios que lo obligaban a encontrar lo que faltaba, lo que faltaba era el mismo, era su alma podrida y terminaba por arrancarse los ojos. Sentí el cuerpo de Carla acurrucándose a mi costado. 

Salimos y caminamos un rato hacia un parque y tratando de olvidar la obra. Nos mirábamos de cuando en cuando a los ojos, seguíamos platicando como amigos pero íbamos tomados de la mano, yo me sentía bien, nos sentamos en la banca de un parque y la bese con ternura, a ella le agrado, seguimos besandonos, poco a poco subía de intensidad, percibía a la gente transitando por la acera y yo metí mi mano bajo su blusa, acaricie su espalda y con la mano que tenia libre me aferre a una de sus nalgas. Terminamos llamando demasiado la atención, empecé a sentir la taquicardia -detente, creo que el parque no es buena idea- me dijo, -de verdad? tendré que pensar en algo mejor - dije mientras recuperaba mis manos traviesas que ya se habían salido de control - creo que tu y yo estamos enfermos- dijo con una sonrisa en los labios mientras se acomodaba la falda - un día haremos_el_amor en este parque a gritos. En ese momento me di cuenta de que me estaba enamorando de esa mujer...

sábado, 4 de octubre de 2008

Freedom is just another word for nothing left to lose...

Un día una blanquita de 17 anos y cabello rebelde se apareció cantando como negra, cantando con intensidad, con energía, pinto a todos de colores, canto contra las guerras, contra la discriminación de todas formas, le canto al amor y a la tristeza, y mas que palabras gritaba lagrimas al microfono, vivió de manera intensa y efímera, hoy hace 38 anos se la llevaron los astros pero nos dejaron su voz y toda su buena vibra en nuestros corazones. Janis, mi bobby mcgee.

Bobby McGee es una mujer, la canción la compuso Kris Kristofferson (otro chingon del blues) quien fuera pareja de Janis. A la gente le gusta pensar que Bobby era ella misma. Cualquiera que sea la historia, la canción es simplemente
herrrrrrrrrrrrrrrrrrmosa!
Freedom is just another word for nothing left to lose
Nothing don't mean nothing hon' if it ain't free, no no
And feeling good was easy, Lord, when he sang the blues
You know, feelin' good was good enough for me
Good enough for me and my Bobby McGee

...

But I'd trade all of my tomorrows for one single yesterday
To be holding Bobby's body next to mine


viernes, 3 de octubre de 2008

Alegria contra el olvido...

Es tan chilo recordar con alegría algo tan trágico! Festejamos que están en nuestra memoria siempre y mientras mas pasa el tiempo mas recordamos, contra todo un sistema que intenta taparnos los ojos con estupideces la conciencia de la gente busca a tientas y encuentra. Aquí les dejo unas fotos del festival contra el olvido en la explanada del Emiliana y del post-festival en la white feather. Tengo mucho tiempo sin vivir en Hermosillo, no sabia donde estaría el festival pero sabia que tenia que haber algo, así que lo busque y ahí estaba, al llegar ahí me sentí extraño, a diferencia de hace unos años ahora no conocía a nadie pero igual que antes me sentía acompañado, me sentía en casa con todos compartiendo la memoria. La música y la compañía fue lo mas mejor!






en el pluma ...