hoy me coquetea
y no hay nada que me
salve del encanto
del hermosisimo rostro
de la tristeza
que me llama
con esta tarde de papeles
que se acumulan sobre mi escritorio
y de sueños que huyen
en todas direcciones
y me abraza
con la sustancia
musical y poética
de la ausencia
de mujer entre mis brazos.
