
Del libro "Muriendo de amor por esa perra¨
de Angel Carlos Sanchez.
La caricia más suave que me dio
escuece todavía;
el ojo busca y sólo halla
el golpe de su ausencia,
la espesa luz de su olvido
quemando lo que toca.
¿Qué será del filo de su voz,
a quién destripará su indiferencia?
Yo le daría a beber de mis heridas,
afilaría las garras de su alma
y sostendría a la víctima siguiente,
si al menos un segundo,
una brevísima fracción
de cualquier pequeño instante,
aceptara que ha gozado
destrozándome.
de Angel Carlos Sanchez.
La caricia más suave que me dio
escuece todavía;
el ojo busca y sólo halla
el golpe de su ausencia,
la espesa luz de su olvido
quemando lo que toca.
¿Qué será del filo de su voz,
a quién destripará su indiferencia?
Yo le daría a beber de mis heridas,
afilaría las garras de su alma
y sostendría a la víctima siguiente,
si al menos un segundo,
una brevísima fracción
de cualquier pequeño instante,
aceptara que ha gozado
destrozándome.
